viernes, 20 de noviembre de 2020

LENGUAJE Y COMUNCACIÓN EN MATEMÁTICAS

En palabras de Vergnaud cuando afirma que: “Las matemáticas no son un lenguaje, son un conocimiento”.

El estudio de las matemáticas vista como un fenómeno comunicativo y de lenguaje, no es una inquietud nueva ni fácil de abordar entre los estudiosos de los procesos de enseñanza y aprendizaje, y aunque esta problemática es aceptada como una de las de mayor incidencia en todo el proceso educativo en general, cobra mayor relevancia cuando se trata específicamente de las matemáticas.

Todos los autores concuerdan en que es una problemática demasiado amplia y compleja, que debe ser abordada por un grupo amplio de profesionales de diversas áreas.

No podemos perder de vista que la pedagogía, desde hace varios siglos, ha corrido pareja con las concepciones de la psicología, conductista primero y cognitivista y constructivista después; su interés se centra básicamente en la explicación de los actos humanos, a través de observaciones sistemáticas donde predomina la racionalidad, olvidando los procesos y privilegiando los resultados.

El problema central que nos convoca es la dificultad que se presenta en los diferentes procesos de enseñanza y aprendizaje con relación a los aspectos comunicativos que hay en dichas relaciones.

Estas dificultades se acentúan en la medida que los docentes desconocen que ahí hay un problema importante, y cada paso que se da, llevará el lastre de un concepto mal entendido o incompleto.

Cuando los docentes empiezan a observar sus prácticas como una relación comunicativa entre ellos y los estudiantes, se empiezan a develar situaciones particulares que son generalmente el punto de partida de todos los trabajos que a este respecto se han consultado. Afloran grandes dificultades, pues el docente y el estudiante hablan lenguajes diferentes.

Dificultades con los algoritmos de las operaciones, y en un marco mucho más general las dificultades en la resolución de problemas, siendo este segundo aspecto es donde se hacen más notorias, pues es aquí donde los estudiantes presentan las mayores dificultades.

El mayor problema para el aprendizaje de las matemáticas no es la dificultad de los conceptos propios del área, sino en la forma en que estos son transmitidos a los estudiantes, resaltando así la importancia del propósito inicial de este trabajo. En el desarrollo histórico de las matemáticas se puede evidenciar que el desarrollo de las representaciones semióticas fue una condición esencial para el desarrollo del pensamiento matemático.

De las mayores dificultades en la comprensión de las matemáticas son los diferentes lenguajes utilizados, y esto se debe en gran parte a la forma en que fueron construidos.

Tratar de conciliar por un lado el uso de representaciones de un objeto matemático y por el otro lado la necesidad de no confundir esas representaciones con el objeto mismo.

La actividad matemática necesita tener diferentes sistemas de representación semiótica que pueden ser usados libremente de acuerdo a la tarea o de acuerdo a la pregunta planteada.

Los que llama registros mono funcionales que pueden ser usados para una sola función cognoscitiva: este es el caso del procesamiento matemático en general, llenan una amplia gama de funciones cognoscitivas, apelan a la intuición, a la experiencia y el bagaje cultural del individuo.

Los docentes debemos tener muy claro cuál es el objetivo particular de la enseñanza en cada momento y verificar si se está apropiando adecuadamente, pues un concepto mal elaborado y elaborado a medias, será un vacío muy difícil de llenar o incluso conlleve a incurrir en errores en el futuro.

El lenguaje matemático cumple con ser un sistema de comunicación estructurado para el que existe un contexto de uso y ciertos principios combinatorios formales, que es lo que define un lenguaje.

El uso de los textos escolares y su influencia en los procesos de enseñanza y aprendizaje son los libros de texto, merecen un corto análisis, pues es a través de ellos que se comunican muchas de las ideas y conceptos matemáticos, son una buena herramienta de trabajo para los estudiantes y los docentes, y no se puede negar que en ocasiones son casi imprescindibles, pero no son más que apoyos.

Las propuestas para mejorar el desempeño de los estudiantes especialmente en lo que tiene que ver con la resolución de problemas, generalmente parten de la necesidad de realizar un trabajo previo, que le proporcione al estudiante las herramientas suficientes para enfrentar los diferentes tipos de problema.

Las matemáticas en sí mismas, aunque parecen verdades absolutas y preexistentes, corresponden realmente a un desarrollo histórico particular, que se ha venido desarrollando por los seres humanos en las diferentes épocas y en el contexto de las sociedades, y que por lo tanto sus “verdades” son socio-históricamente relativas.

La Matemática en su forma más pura se presenta a sí misma como un acumulado de conocimientos teóricos, que posee un lenguaje propio y que se caracteriza por una excepcional coherencia lógica interna. La incorporación de elementos de la Historia de la Matemática a los procesos de enseñanza aprendizaje, permite visualizar el íntimo e innegable vínculo existente entre esta disciplina y la dinámica socio-cultural humana de la que es producto.

En todo proceso de aprendizaje siempre se debe tener en cuenta que no todos los estudiantes aprenden de la misma forma y por ende debemos adecuar nuestras formas de enseñar y evaluar, a las necesidades concretas y específicas de cada estudiante, y esta premisa cobra aún más relevancia cuando nos referimos al área de matemáticas.

Dado que el lenguaje natural es la principal forma de comunicarnos, cobra especial interés el lenguaje matemático como tal, pues este nos permite comunicar ideas y conceptos más allá de la realidad misma, y esto exige otras formas de entender el mundo, que van ligadas en este caso en particular a un lenguaje extra cotidiano como el de las matemáticas.



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